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El muro: Jonathan settel

Falsos Mesias

Falsos Mesias

MESIAS INCORRECTOS

Hasta el día de hoy surgen personas que se hacen llamar el Mesías, personas que rápidamente se llena de seguidores poniendo su en ellos, en este tema mencionaremos algunos de ellos que han surgido en el pasado, no perderé el tiempo con los mesías modernos de hoy en día que son varios. Mat 7:15 “Cuídense de los falsos profetas, que vienen a ustedes vestidos de ovejas, pero que por dentro son lobos feroces. (VIN)

Pero poco después amaneció un nuevo día. Acaz tuvo un hijo, Ezequías, que ascendió al trono. Fue un rey justo y bueno, de gran piedad, y obediente a la Palabra de DIOS. ¿Sería el hijo de Acaz, el buen rey Ezequías, escogido de Dios para cumplir todas esas profecías que se habían acumulado a través de las revelaciones divinas desde Adam hasta el profeta Isaías? Sin duda, muchos, si no la mayoría, en Israel esperaban que Ezequías fuera ese rey; de hecho, algunos pensaban que lo era. La idea de que Ezequías era el Mesías probablemente prevaleció por algún tiempo. Un rabí en el siglo primero de la Era Común todavía mantenía esa posición: Rabí Hilél sostenía: Israel no puede esperar más al Mesías porque ya disfrutaron de él en tiempos del rey Ezequías.

Ninguno de los colegas del Rabí Hillél estaban de acuerdo con él, y uno exclamó: Que Dios perdone a Hillél, ya que él contradice al profeta de Dios, Zacarías [quien vino siglos después de Ezequías] que dice: ¿Regocíjate grandemente, hija de Sión; grita, hija de Jerusalén; he aquí tu rey viene a ti. Así que, profetas como Zacarías, que profetizaron después del reinado de Ezequías, esperan al Mesías.

Parte de la profecía de Isaías se cumplió en el tiempo de Ezequías. Eso ocurrió cuando Damasco, la capital de Siria, fue capturada por los asirios en el 732 A.E.C. Las diez tribus norteñas de Israel perdieron su independencia, y su capital fue capturada en el 722 AEC. Así que sucedió que: Antes de que el niño supiera rehusar el mal y escoger el bien, la tierra que aborreces [Siria e Israel] [fue]... olvidada por sus dos reyes.

Otra profecía, en el mismo contexto, de que los asirios sitiarían a Jerusalén y conquistarían

a Judá, sin embargo serían derrotados, se cumplió en el tiempo de Ezequías. Sin embargo Ezequías no podía cumplir la señal del nacimiento virginal, y así, con todas sus cualificaciones, todavía se quedaba corto. Él no era aquel que sería el Mesías y cumpliría la profecía sobre Imanuel.

Los rabinos talmúdicos consideraron la posibilidad de que Ezequías fuera el Mesías. En un

pasaje talmúdico está escrito: Del aumento de su gobierno y de la paz no habrá fin (Isa. 9:7). Uno podría preguntar ¿por qué en el hebreo en la primera palabra, lemarbé, la letra mem, aunque está en medio de la palabra, está escrita como una mem final? La respuesta es que el Santo, bendito sea, consideró la posibilidad de hacer de Ezequías el Mesías.

El pasaje pasa a implicar que Ezequías no fue el Mesías, y explica que la mem cerrada significa que la decisión concerniente al Mesías estaba cerrada por el momento y aplazada para otro tiempo.

RASHI también llegó a la conclusión de que la profecía sobre Imanuel no podía referirse a Ezequías, porque si se cuentan los años hasta Ezequías se encuentra que Ezequías nació nueve años antes de que su padre [Acaz] ascendiera al trono. Así que Ezequías nació nueve años antes de que se diera la profecía, y sin embargo el profeta dice: He aquí, la virgen concebirá (tiempo futuro)...

Aunque los rabinos consideraron la posibilidad de que Ezequías fuera el Mesías, decidieron contra ella. Reconocieron sus atributos según los designa su nombre, Ezequías, que significa El Eterno lo hace fuerte. Dios en verdad fortaleció a Israel mediante el reinado de Ezequías. Aunque Ezequías era de la simiente de la cual vendría el Mesías, y aunque era parecido al Mesías, no cumplió los requisitos del Mesías Ungido que cumpliría la profecía del Imanuel. Israel tendría que esperar.

Dentro del primer siglo de nuestra era, hubo no menos de diez pretendidos mesiás. Aquellos reclamantes judíos reunieron grandes números de seguidores con promesas de redención y liberación físicas. Lo que siguió fue la desilusión, la tristeza, y a veces la destrucción total.

Tres de los falsos mesías se mencionan en el N.T. Teúdas se jactaba de ser un salvador. y atrajo como a 4000 personas. Lo mataron y sus seguidores se dispersaron. Luego se levantó Judas de Galilea, probablemente en respuesta al censo romano para fines de impuestos. Reunió muchos seguidores, pero éste también pereció y sus seguidores se dispersaron.

La tercera figura mencionada era aquel egipcio, que indujo a unas personas a que lo siguieran al desierto. Lo persiguieron pero escapó, y entonces fue y se escondió con unos pocos de sus seguidores.

Fuera de los registros del N.T., sabemos de Simón del Jordán Oriental quien se coronó rey

a sí mismo. Quemó la casa real en Jericó y las casas de los ricos, antes de morir en combate. Otro reclamante mesiánico, el Beduino hacedor de maravillas, le prometió libertad al pueblo si lo seguían al desierto, pero a éste también lo mataron.

Según el historiador Josefo, al pueblo judío se le incitó para hacerle la guerra a los romanos en el 68-70 E.C por causa de una profecía contenida en las Escrituras Sagradas que los convenció para creer que se levantaría un hombre que gobernaría sobre todo el mundo.

Uno de los más famosos falsos Mesías, sin embargo, surgió a principios del siglo segundo. Ese fue Shimón Bar Koshiba. El liderato judío de aquel tiempo bajo el Rabí Akivá lo proclamó Mesías. Su nombre, que puede significar hijo de mentiroso, fue cambiado a Bar Kojba, que significa hijo de una estrella. En apoyo de su mesianismo, se le aplicó una profecía en el libro de Números: Saldrá una estrella [kojav] de Jacob.

Bar Kojba buscaba derrocar el yugo del gobierno romano y ganar de nuevo la independencia para la nación. Un pasaje talmúdico describe tanto su celo militar como su arrogancia: Estuvo Bar [Kojba] que tuvo un ejército de 200,000 hombre que hizo cortar un dedo de cada uno de sus hombres para demostrar su valor y bravura...Cuando salía a la guerra decía: Amo del Universo, no nos ayudes pero no ayudes a nuestros enemigos.

Había una gran confianza de que bar Kojba tendría éxito; de hecho, se hicieron monedas judías con la inscripción año uno y año de la liberación de Jerusalén. Por el 135 EC, sin embrago, la campaña fue totalmente aplastada por los romanos. Decenas de millares fueron muertos y una gran parte de la comunidad judía fue expulsada de Jerusalén. Millares de cautivos judíos fueron vendidos como esclavos; a otros los obligaron a ir a barcos de esclavos y muchos murieron en el mar.

Los gobernantes romanos cambiaron el nombre de Jerusalén a Aelia Capitolina en un esfuerzo por borrar su significación espiritual para la judería, y se grabó la imagen de un cerdo en la puerta de mármol que daba a Bet-léjem (Belén). A pesar del inmenso desastre provocado por bar Kojba, continuaron surgiendo reclamantes del oficio de Mesías en la historia judía. Probablemente el más prominente falso mesías que vino después de Bar Kojba fue el judío turco del siglo XVII, Shabetai Zeví. Se proclamó como el Mesías, y viajó extensamente a Egipto, Jerusalén, Constantinopla, y otros lugares. Atrajo a rabinos, eruditos y gente común, y engendró una mezcla de enseñanzas y costumbres bizarras, basadas en parte en el cabalismo, y en parte en una psicosis maníaca-depresiva. Cuando fue finalmente arrestado por las autoridades turcas y se le dio la alternativa de morir o convertirse al Islam. Zeví escogió el Islam. Sus seguidores, sin embargo, continuaron explicando su conversión de una manera favorable a sus reclamos de mesiazgo, y el Shabetanismo sobrevivió hasta el siglo XVIII.

Aunque no hay reclamante oficiales en este momento, los judíos jasídicos (como en el movimiento Jabad) a menudo ven a su Rabí Principal como un posible Mesías.

¿Por qué aquellos falsos mesías atrajeron tan grande número de seguidores del pueblo judío? Sin duda es normal que un pueblo oprimido busque quitarse el yugo de opresión, y anhele la liberación de la servidumbre extranjera. Moisés le mostró al pueblo lo que puede hacer un Redentor, y cómo un pequeño número de personas puede escapar de las garras de una nación poderosa. Las guerras de los Macabeos también probaron que una minoría con Dios pude resultar victoriosa sobre una mayoría pagana, porque creían que con Dios todo es posible El pueblo judío relacionaba su opresión con el pecado nacional. El cautiverio babilónico resultó en un rechazo de la pecaminosa adoración a los ídolos en Israel, y a eso siguió una restauración nacional y espiritual parcial. Los Macabeos buscaban una purificación de los judíos no religiosos, y de nuevo siguió una restauración parcial. Mientras más creía el pueblo que era fiel a la Torá, más intolerable e imposible venía a ser el pensamiento de que los paganos los gobernaran. Creían que si ponían resistencia bajo un Mesías, como Ezequías y Judas Macabeo, Dios los vindicaría y les daría la victoria. La mayoría de los falsos mesías apelaban también a la Torá y a la inmoralidad de pagar impuestos. Decían que no era correcto pagar impuestos al César, ya que parte del dinero se usaba también para sostener el culto de los templos paganos. Esto apelaba a las masas, especialmente a los económicamente privados entre ellos. Los líderes judíos durante el primer siglo, también deducían de las Escrituras que el tiempo del Mesías estaba cerca. Los falsos mesías, sin embrago, no poseían las características del Mesías de la Escritura. No buscaban probar su mesianismo por su linaje, sino más bien por el poder de la espada, y por medio de apelar a la liberación física. El Mesías, sin embargo, debía tener pruebas de su descendencia del rey David. Habría de traer paz y un reino que sería eterno. La persona interior espiritual anhelaba redención, y el tiempo parecía el correcto. Sin embargo todos han pecado, no hay un justo que haga bien y no peque. Para limpiar al pueblo, se ofrecían sacrificios animales (korbán) diariamente en el Templo de Jerusalén. Aquellos sacrificios solos eran insuficientes, como ya habían señalado los profetas en sus mensajes. El pueblo estaba ofreciendo sacrificios sin sinceridad. Aún con aquellos sacrificios, había todavía un anhelo por el Mesías en los corazones y las esperanzas del pueblo. Los profetas también previeron que Dios proveería un korbán especial y un kohén gadól (Sumo Sacerdote) que no hubiera hecho violencia, y que no hubiera engaño en su boca.

Sobre éste pasa a decir el profeta: Pero le plació al Señor aplastarlo...Cuando ponga su alma como ofrenda por el pecado. Solamente un sacrificio así de puro y perfecto era aceptable para Dios por expiación.

Yeshúa, el Nazareno, era diferente de los demás. Yeshúa realizó milagros verificables; no vino en su propio nombre sino que vino en el nombre de su Padre del cielo.

Apeló no solamente al pueblo judío, sino que atrajo a muchos gentiles también. Aunque estaba al tanto de la iniquidad del gobierno romano, tomó un denario romano y señaló que una persona verdaderamente espiritual no debe estar exageradamente preocupada por el dinero romano que lleva la imagen del César pagano. La principal preocupación debe ser darle a Dios lo que es de Dios. Vio a su propio pueblo en pecado, y su llamado, por lo tanto, fue primeramente para que su pueblo se arrepintiera, porque el reino de los cielos se acercaba. Declaró que a menos que se arrepientan...todos perecerán. El historiador Josefo, que vivió durante la primera parte del primer siglo dijo: En aquellos días estaba Jesús, un hombre sabio, si podemos llamarlo hombre. Hizo milagros...Atrajo a muchos de los judíos y los griegos. Él era el Mesías.

El Talmud

dice: Que caigan los que traten de calcular el fin; porque dicen que, siendo que el tiempo de su venida [del Mesías] ha llegado y él no vino, por tanto no vendrá nunca.

Esta extrema condenación puede entenderse cuando se considera el error del Rabí Akivá designando a Bar Kosiba como el Mesías: Rabí Akibah hizo la inferencia, a partir del verso; Aun un poco, dentro de poco, y estremeceré los cielos, y la tierra, y el mar, y la tierra seca‘ (Ageo 2:6), de que Simón Bar Koshiba era el Mesías, aunque éste reinó solamente por dos años y medio.

En la yeshiva, por lo tanto, se me advirtió que los secretos están en las Escrituras, pero que era peligroso hacer presunciones o calcularlos no sea que lleguemos a la conclusión errónea, como el Rabí Akivá. El Midrásh incluso afirma: A dos hombres se les reveló el fin; es decir, a Jacob en Génesis 49:1, para decirte lo que te acaecerá en los últimos días,‘ y a Daniel (12:1, 4), Y en ese tiempo será librado tu pueblo. Pero tú, Daniel sella las palabras...‘ Así que aun a estos dos hombres se les prohibió revelar lo que sabían.

Fragmento del estudio: genealogía y profecía

Por Rajmiel Frydland


Gracias a DIOS que no ha dado a Yeshúa Hamashiaj, y le hemos conocido por medio del Espiritu Santo que da Testimonio de El, y el apóstol Pedro lleno del Espiritu lo proclamo al pueblo de Israel.

Act 2:36 Por lo tanto, sepa con certeza toda la Casa de Yisrael, que a este Yahoshúa a quien ustedes ejecutaron en un madero, YHWH lo ha hecho soberano y Mashíaj”.

Act 2:37 Cuando oyeron esto se les afligió el corazón..,,,,,,,,,,,,,,,

Yeshua hamashiaj dijo:

Mat 24:23 “Entonces, si alguien les dice: ‘Miren, aquí está el Mashíaj’, o ‘Allá está,’ no le crean.

Mat 24:24 Porque se levantarán falsos meshijim y falsos profetas, y harán grandes señales y maravillas para engañar, de serles posible, aun a los escogidos.

Mat 24:25 Miren que se los he dicho de antemano.

Mat 24:26 Así que, si les dicen: ‘Miren, está en el desierto’, no salgan; o ‘Miren, está en los aposentos”, no lo crean. (VIN)

¡El Eterno les Bendiga!












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